Cuento Gratis: La Habitacíon

From vol #1: TWIST
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* La Habitacíon *

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“¿Jenni Plochka?” decía la mujer de la recepción, mirando la cédula del visitante. Vestía una bata de baño de color rosa y habló con una voz áspera por el tabaco y el alcohol. El aviso “Vacante” brilló azul a través de la ventana y del humo del cigarrillo. La vieja frunció el ceño con suspicacia. Miró por la ventana el coche caro. “No se ven muchos BMWs por aquí”.

“Sólo quiero dormir. ¿Tiene un cuarto?”

“Si claro. Pero están pintando y arreglando la electricidad. La única habitación disponible es vieja y esta al final.”

Jenni se sentía cansada – frustrada, herida, confundida. “¿Por qué me siento tan mal? Yo ni siquiera le gustaba!” pensó mientras entraba en su habitación húmeda, iluminada por un bombillo que colgaba del techo. Ella hizo una mueca ante el olor. Murmurando repetidamente “Mierda,” ella agarró un vaso de bar de encima del lavaplatos, sacó un litro de Johnny Walker Negro de su bolso rojo marca Prada, y lo llenó hasta la mitad.

En el rincón había una mesa redonda y una silla, en la pared, un espejo. Jenni se sonrió dulcemente a sí misma. Esbelta. Sonrió y se acarició su bien cuidada cabellera rubia, luego, puso una mano bajo su seno y frunció su ceño. “Necesito un poco más aquí!” Se bebió el whisky.

“Ugh!” Hizo una mueca. “Necesita hielo!”

Jenni agarró el recipiente del hielo y se dirigió a la oficina. Al acercarse a la puerta, el pasador se cerró por sí mismo. Retiró el seguro, pero ahora la perilla no giraba. Giró el pomo. Luego sacudió la puerta. Nada. Estaba atrapada. “Mierda,” repitió, y luego, “A la mierda! ¿Quién necesita el puto hielo!”
Se llevó la copa y la botella, y por un rato, miró con nostalgia por la ventana. Luego de un rato, suspiró, sirvió su cuarto trago y lo puso sobre la mesa.

Algo se quejó.

Petrificada, Jenni vio una mano tirada debajo de la cama. El bombillo se fundió. Sólo la luz de la calle entraba intermitente a través de la ventana. Desesperada, corrió hacia la puerta, la perilla seguía sin girar. ¡El mando aún no se encendía! ¡El pasador se bloqueó por si mismo! Jenni se dio vuelta y quedó de espaldas a la puerta.

Debajo de la cama apareció, una figura oscura con los brazos débiles y un vientre hinchado. Se deslizó hasta donde estaba Jenni quien se deslizó al suelo, mientras profería gritos silenciosos. El fantasma sonrió maléficamente, mostrando sus dientes. Se rió con voz ronca.

“Estás desesperada y eres miserable y fea. Vas a ser gorda y frívola y todo el mundo te odiará”

Jenni gimió de horror.

El demonio se sonrió endemoniado . De pronto, se dio la vuelta.
“Oh, mierda” gritó con petulancia. “¡Mierda, mierda, mierda!” Luego se echó en la silla. “¡Que patético soy!” Él echó un vistazo a la mesa, cogió la bebida de Jenni y se la sopló.

Jenni, ya no intimidada, le dijo “¡Esa es mi bebida!”

El estiró la botella. Jenni tomó otro vaso.

“¡Soy tan patético!” gritó el demonio.

Jenni lo miró y dijo, “Bueno, logró aterrarme!”

“TU! Tu eres aún más patético! Siempre lloriqueando ‘Oh estoy fea, nadie me quiere, pobre, pobre de mí! …’

“PA LA MIERDA! Así es que tu madre es una narcisista hueca. ¡Sacúdete! Al menos ella te ama … por lo menos a su manera.”

“¡Deberías ver algunos demonios de verdad! ¿Recuerdas esa chica mexicana que lavaba los platos en su hermandad. Ella se le escapó a unos mafiosos, pero no el hermano. ¡Deberías ver a sus demonios! ¡Ellos si saben como fastidiar!

“Y a mi, que me toca? ¡Aguantarte!”

Jenni le miró con simpatía. “Vaya, lo siento. Supongo que en realidad he estado más protegida de lo que pensé.”

Él la miró tristemente.

“Soy tan patético que los otros demonios se ríen de mí!”

Jenni frunció el ceño con amabilidad, y luego sirvió dos tragos de whiskey.



— Foto —

Door in Cluj (Kolosvar), Romania (2007)
Door in Cluj (Kolosvar), Romania (2007)
© 2007 J M Manness



10 thoughts on “Cuento Gratis: La Habitacíon

  1. Pingback: ¡Pronto el cuento “La Habitacíon” en español! | 50 Cents Flash Fiction

  2. Gracias Marcos, querido amigo (aunque nos vimos muy poco), me encantó tu cuento, es tan cinematográfico, me tienta a filmarlo, pero también provoca reflexión. Me transportó a los climas de Tennessee Williams. Un fuerte abrazo amigo!!!

  3. Mis demonios han cambiado su fortaleza a lo largo del tiempo. Algunas veces se sienten patéticos como él y otras veces son poderosos.
    Buena historia, Marcos.

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